Educar es una de las tareas más complejas y desafiantes que deben asumir las familias y hacerlo sin una guía clara puede conllevar a consecuencias desfavorables en la formación de las infancias.

Desde Fundación Educacional Glía, ofrecemos la organización y conducción de talleres de habilidades parentales, que generen espacios de reflexión y conversación, a la luz de evidencia valiosa en cuanto a estrategias formativas y estilos parentales, que contribuyan a mejorar la experiencia de crianza de las familias y la formación y sano desarrollo de sus hijos e hijas. 

Realizar un acompañamiento oportuno a las familias de niños, niñas y jóvenes puede favorecer la adquisición de estrategias preventivas, pudiendo disminuir los factores de riesgo que incitan a los menores a incurrir en conductas que podrían ser perjudiciales para ellos y su entorno. 

Por otra parte, educar en comunidad promueve la toma de decisiones informadas y premeditadas, cuyo impacto es mucho mayor, dado la coherencia y coincidencia de las normas que se establecen entre sus miembros. Cuando un niño, niña o joven observa que en su entorno existen acuerdos consistentes, donde sus pares se rigen por reglas similares, se le hace más fácil adherir a ellas.

Además, cuando las familias tienen posibilidad de reflexionar, conocer evidencia y adquirir estrategias de acompañamiento y crianza positivas, pueden ayudar a que sus hijos e hijas mejoren, no solo sus habilidades socioemocionales, sino que, también, sus habilidades cognitivas y que se desenvuelven de mejor manera en su entorno. 

Por último, participar de comunidades cuyo interés común es la crianza y formación de niños, niñas y jóvenes en etapas similares, favorece la conformación de redes de apoyo; factor protector y de gran ayuda para los padres, madres y otros cuidadores que se pueden ver a veces exigidos y demandados por la tarea de educar. Saber que no están solos en esa tarea y reconocer que muchas veces las problemáticas que atraviesan son comunes a las otras familias, puede contribuir con su bienestar emocional y con una mirada más amorosa y empática de la crianza. 

La planificación de estos talleres de habilidades parentales dependerá de la cantidad de asistentes, edades de sus hijos e hijas y principales inquietudes. Además, los encuentros pueden ser semanales, quincenales o mensuales, en formato presencial o a distancia, dependiendo de la disponibilidad y necesidad del grupo.