Relación Familia – Escuela: una clave para el éxito

La relación entre la familia y la escuela constituye un pilar fundamental para robustecer los procesos de enseñanza y aprendizaje que se dan en contextos educativos, lo que favorece el desarrollo integral de los niños y niñas, ya que además de permitir a las familias conocer las brechas y posibilidades de aprendizaje de sus hijos e hijas, les da la posibilidad de involucrarse, anticiparse, tomar medidas a tiempo y colaborar con los docentes a cargo de sus hijos e hijas. Diversos estudios y autores han resaltado los beneficios que esta relación aporta, tanto en lo académico y socioemocional del alumnado, como a la comunidad educativa en general. 

Existe una estrecha relación entre un mayor involucramiento de los padres y un mayor logro académico de los hijos, y esta relación es más fuerte si las expectativas parentales son altas, se comunican y se busca la manera de acompañar a los hijos e hijas, valorando el esfuerzo que se realiza en el proceso de aprendizaje. Es decir, el hecho de que los padres y madres crean que sus hijos pueden llegar lejos y se lo comuniquen a ellos, propicia que les vaya mejor en sus metas y actividades escolares (Wilder, 2014). Es el factor que tiene mayor impacto en el logro académico, pues las percepciones de los estudiantes sobre las expectativas de sus padres influyen en su comportamiento en la escuela y en sus calificaciones (Hopson, Schiller y Lawson, 2014). Los estudiantes tienen mejor rendimiento académico cuando sienten que sus padres creen en sus capacidades y que ellos están contentos con su desempeño escolar (Valle, et al., 2016). Por estas razones es importante que los padres y madres tengan la posibilidad de participar activamente en las comunidades educativas. 

Cuanto más productivas sean las conexiones entre ambos contextos (familiar y escolar), mayor será el impacto positivo en el aprendizaje académico, social y emocional (Patrikakou, 2016). Así se van generando círculos virtuosos, ya que la manera cómo se construye el vínculo familia – escuela, tiene efectos importantes en los miembros de la comunidad educativa (Sheridan, 2014). En este sentido, el que las familias y las escuelas mantengan un lenguaje común propiciará que los procesos educativos tengan sentidos para ellos, maximizando su impacto.

¿En qué aspectos de la educación influye la alianza familia – escuela?

 La alianza familia – escuela tiene incidencia en tres aspectos fundamentales: 

  1. Desarrollo personal y académico de los estudiantes. 
  2. Desarrollo personal y de habilidades de padres y madres. 
  3. Institución educativa (convivencia, clima escolar, participación de los padres y madres) y gestión escolar.

¿Por qué es importante fomentar la relación familia – escuela?

La relación familia – escuela es crucial porque crea un entorno de apoyo mutuo que refuerza el aprendizaje y el desarrollo integral de las y los estudiantes. Cuando los padres y madres están involucrados en la educación de sus hijos, se genera una comunicación constante entre ambas partes, lo que permite una mejor comprensión de las necesidades del alumnado y una respuesta más efectiva frente a sus dificultades y logros. Además, fomenta un sentido de comunidad y compromiso compartido hacia la educación. Es por ello que las escuelas deben ser las primeras en promover esta colaboración.

Algunos de los beneficios que se obtienen de esta alianza familia – escuela son: 

  1. Coherencia en el aprendizaje: Cuando la familia y la escuela trabajan juntas, se establece una continuidad en el aprendizaje y desarrollo cognitivo. Esto ayuda a que las expectativas sean consistentes, facilitando un entorno más estable (Gubbins & Berger, 2001).
  2. Apoyo Emocional: Una relación estrecha permite que las familias y maestros compartan información relevante sobre las necesidades emocionales de los niños y niñas, lo que facilita intervenciones más efectivas, oportunas y personalizadas; promoviendo un ambiente escolar seguro (Ramírez, 1997).
  3. Fomento de la Inclusión: En el caso de niños y niñas con necesidades educativas especiales, la colaboración entre familia y escuela es clave para asegurar que las adaptaciones y/o ajustes necesarios se implementen de manera adecuada. Esto promueve una cultura inclusiva que respeta y valora las diferencias.
  4. Empoderamiento de las Familias: Al involucrarse en el proceso educativo, las familias se sienten más capacitadas para apoyar el desarrollo de sus hijas e hijos, lo que a su vez, fortalece su confianza y habilidades para abogar por ellos (Ramírez, 1997).
  5. Prevención de Problemas: Una comunicación abierta y regular de información entre la familia y la escuela permite identificar y abordar problemas de manera temprana, evitando que se conviertan en obstáculos mayores en el proceso educativo. 
  6. Construcción de una Comunidad: La colaboración estrecha fomenta una comunidad educativa más fuerte, donde todos los miembros se sienten parte de un esfuerzo conjunto por el bienestar de los niños, niñas y jóvenes, promoviendo un sentido de pertenencia, participando en la toma de decisiones y en la solución de problemas de manera conjunta (UNESCO, 2004).

¿Cuáles son los efectos de la alianza familia – escuela en el desarrollo de niños, niñas y adolescentes?

Romagnoli & Gallardo (2007) mencionan por ejemplo:

  • Disminución de problemas de conducta.
  • Mayor participación en el aula.
  • Mejoramiento de la autoestima.
  • Disminución del riesgo de delincuencia.
  • Mayor interacción con pares.
  • Mejores relaciones padres – hijos.

 

Desde Fundación Educacional Glia estamos convencidos que una alianza efectiva entre familia y escuela facilita la labor educadora de los adultos (familias y profesores) en todas las etapas de desarrollo de los estudiantes y fortalece el vínculo entre ellos creando un entorno educativo integral y colaborativo. Los beneficios de esta sinergia se extienden más allá de los ámbitos académicos, impactando positivamente en el desarrollo social y emocional de los estudiantes y en la calidad de la educación impartida favoreciendo su trayectoria escolar.

Fundación Educacional Glía 

Referencias:

Bogotá mejor para todos, (2018). Guía metodológica para el fortalecimiento de la alianza familia – escuela: lineamientos para la implementación de políticas, programas y proyectos educativos.

García-Bacete, F. J. (2003). Las relaciones escuela-familia: Un reto educativo. Infancia y Aprendizaje, 26(4), 425-437. https://doi.org/10.1174/021037003322553824

Gubbins, V., & Berger, C. (2001). Hacia una alianza efectiva entre familias y escuelas. Revista Persona y Sociedad, pp.71-86. 

Ramirez, V. (1997). La relación familia – escuela. Documento Valoras UC.

Romagnoli, C., & Gallardo, G. (2007). Alianza efectiva familia-escuela: Para promover el desarrollo intelectual, emocional, social y ético de los estudiantes. Documento Valoras UC.

UNESCO Office Santiago and Regional Bureau for Education in Latin America and the Caribbean. (2004). Participación de las familias en la educación infantil latinoamericana (R. Blanco & M. Umayahara, Eds.). UNESCO.

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